Prepárate para salir del cine sordo y con estrabismo. Aunque la trama de G.I. Joe es entretenida y los efectos inundan la pantalla, es difícil admirarlos por el eterno movimiento de la cámara, los exagerados efectos sonoros y las transiciones de escena que a veces confunden. Basada en los cómics de los 80's, la cinta cumple con el objetivo de presentar a los personajes y entregar poco más de 2 horas de acción sin freno. El problema radica en la Dirección, que si bien supo acomodar todas las sub historias, se pasó de mano en los movimientos de cámara. No recuerdo ni una escena con cámara fija y el silencio en una de las escenas finales se agradece. Recomendable sólo si tienes muchas ganas de ir al cine y no hay nada más que ver.
Perry.
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