Como ya sabíamos, la muerte de Michael Jackson se debió a la mezcla de varios anestésicos, entre ellos el Profopol que su doctor Conrad Murray (quien se le asignó al cantante para supervisarlo en la preparación de los conciertos de Londres por la empresa AIG) le recetó y aplicó al cantante. Por su parte, Murray dice que los reportes policiales son falsos y no tienen nada que ver con la realidad. El señor debería ir empacando su cepillo de dientes porque al parecer va a la cárcel.
Perry.
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