Britney Spears se negó a entregar a sus hijos luego de que la visita semanal había concluído. Sin embargo, la cantante no actuaba de manera normal, le prohibió a toda su servidumbre la salida de su casa, y la entrada de cualquiera a la misma. Cortó las líneas telefónicas y cerró todas las ventanas y cortinas. Los empleados se empezaron a preocupar (temiendo que hiciera una locura con sus hijos) y fue entonces que llamaron a 911. Al llegar el auxilio, el equipo de emergencias tuvo que tirar la puerta de entrada y amarrar a Britney a una camilla. La cantante estaba bajo la influencia de las drogas, no hablaba coherentemente y según testigos hablaba de "matarse junto a sus hijos". Preocupa que Britney Spears intente suicidarse, y es por eso que las autoridades van a tomar cartas en el asunto, seguramente recluyendola en algun centro psiquiátrico lo antes posible. Seguramente este incidente también afectará a la batalla legal que tiene con el padre de sus hijos Kevin Federline y a su carrera. Una lástima ver este tipo de eventos.
Perry.
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